18 enero, 2013

UNA LOGICA RACIONAL, LOGICA DE LA EMOCIONALIDAD... HEMOS SIDO FORMADOS PARA ACERCANOS A LA TELE,


El investigador Joan Ferrés en su artículo Televisión, Emoción y Educación logra evidenciar por medio de los estudios realizados en España, cómo la televisión  influye en la construcción de identidad de las personas y éstas a su vez son conscientes de esta situación, del hecho simple, que la televisión es manejada rutinariamente como una herramienta de distracción y evasión, donde los seres humanos utilizamos el tiempo de ocio.

Culturalmente, bajo mi punto de vista, lo que he comprendido a través del tiempo y mis análisis para encontrar una posible respuesta del cómo romper el paradigma de lo que hace la televisión y de cómo es utilizada, me baso en mis experiencias como televidente. 

Reflexionar con respecto a la función del televisor que se tiene en frente, la comunicación y los puntos focales de interés humano. (Con esto me refiero a las particularidades de ciertos temas y las generalidades con respecto a otros, es decir, aquellos que les gusta la –historia- verán un programa en el que identifiquen su gusto personal, pero si existe otra persona a su lado que no sienta un interés por la –historia- sino hacia la –matemática- (por ejemplo) evitara ver, conocer y analizar este tipo de temas e informaciones que no son de su interés, porque la televisión esta netamente ligada a la distracción y gusto en nuestra cultura.)

  En la actualidad la televisión es la industria de Distracción y Entretenimiento mundialmente dominante, donde las raíces, culturas, y tradiciones cambian considerablemente entre unas y otras, pero existen “temas” comunes en esta industria mundial, que deben y pueden ser aceptados en muchos rincones del planeta, donde sean consumidores de esta. Estos temas yo los catalogaría en Amor, Dinero e Imagen, puede que existan otros pero estos en específico suplen los imaginarios humanos básicos enfocados hacia el poder y poseer. Y cada uno enfocado hacia lo culturalmente ubicado en su particularidad.


En Latinoamérica reconocí un fenómeno al que llamo “María la del Barrio”: este consiste en la Educación y superación  vs. Industria de Amor, Dinero e Imagen. Existe una novela llamada “Maria a del Barrio”, donde se evidencian esos temas amor, dinero e imagen, realizada entre 1995 y 1996 su argumento se encuentra totalmente direccionado a una población femenina donde la protagonista se encuentra en una situación de pobreza y gracias a su belleza e “ignorancia” logra encantar al sujeto apuesto y “rico”. La protagonista entonces logra tener DINERO (tema 1)  pero ella no es la que trabaja para conseguirlo. Estos protagonistas de cutis perfecta y cuerpo ideal (tema 2), son la hermosa pareja que puede permanecer “juntos por siempre”.

 Los personajes con particularidades especiales para la industria: color, talle, estatura, nivel económico, etc., son sujetos caricaturizados, son la cuota de humor de este tipo de producciones y son los personajes con los que evitamos identificarnos. Esta historia además también maneja un nivel de “sufrimiento”  donde la protagonista es víctima de muchas injusticias, desengaños y traiciones pero al final siempre se solucionan (tema3).

Esta telenovela es un fiel ejemplo de la televisión con la que crecimos, y asumimos como ideal de vida. “Si la protagonista pudo, yo puedo”. “Si la protagonista se quedó con el hombre que quería, yo también puedo”. “Si ella pudo tener dinero sin trabajar y que la mantuvieran, yo  puedo”.  Si la protagonista perdió su hijo y luego lo encontró, yo puedo”, “Si a ella la secuestraron y la rescataron a mí también”, “si a la protagonista es encarcelada y sale, yo puedo” [1]. 


Este tipo de programas alienta ilusiones y esperanzas de los sufrimientos e inconformidades del ser humano en su realidad, hace ver tordo posible y solucionable, pero al enfrentar nuevamente “la propia realidad” y darnos cuenta que debemos trabajar  para vivir, y sufrir desengaños en las relaciones de pareja por que la persona que está a mi lado no suple lo que me interesa, o yo no suplo lo que le interesa, o no  tener la imagen física de estos protagonistas; asumo la frustración como constante y la comparación como fundamento en las relaciones. Y esto a su vez provoca confusión en cómo se debe enfrentar la vida y cuáles son las prioridades en esta. 

Siendo "simple" con respecto a lo que absorbe la población que recibe esta información, es lo que trasmitirá de ilusiones y creencias en la educación que le brindará a sus hijos. Por ejemplo expresiones como: – Yo quiero un marido que me mantenga- son situaciones reforzadas por este tipo de producciones 

Lograr en los seres humanos un análisis de sí mismo,  cuando al  hacer comparaciones de quien es debería ser bajo el propio punto de vista del autoestima, considero que sería el primer paso para romper ese paradigma, la educación no debe ser necesariamente teórica, sino la educación debe estar dirigida al reconocimiento de capacidades y posibilidades reales, que me hagan valorar como persona y pueda a su vez permitirme la posibilidad de ser crítico y disfrutar la industria sin envenenarme de ella, y reconocer que son fantasías, historias ficticias hechas imagen. 

Al romper este paradigma, la industria colapsaría porque una función de ser entretenimiento es abstraer, envolver y regalar vivencias no reales, que como seres humanos necesitamos de ilusiones y sueños. Se puede trabajar en romper el paradigma, ¿pero qué nivel puede ser correcto, Sin que pierda su sentido comercial? ¿Que debe prevalecer más: educación o comercio? Lamentablemente esto tiene bastantes connotaciones desde lo político lo social y lo económico, donde cada uno justificara el que más le convenga. Solo se puede decir que esto es como un libre “albedrio”. -“Yo decido que aprendo y como lo utilizo”,  como docentes y orientadores familiares esta nuestro deber de dar las herramientas para guiar este tipo de procesos si desconocer realidades e imaginarios particulares. 






[1] MARIA LA DEL BARRIO. Telenovela: En http://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_la_del_barrio_(telenovela)  [en línea]. 10 de enero 2013 

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