18 junio, 2012

EL ODIO



Sentir, pensar y actuar, síntomas de la reflexión de lo qué está bien y qué está mal?

Como odie, ame porque me enseñaron que me encuentro en una dicotomía, uno está bien y lo otro mal, ¿no hacen caso los dos al ser humano?.  

Reflexiono, después de leer en mí, si he odiado a otros, pero ¿será que les tengo envidia?

 ¿Odiar es simplemente natural?

¿Qué es lo que odio en el otro?, simplemente lo que no tengo de él, la simple necesidad de carecer y de pensar que carezco.

Me predispongo frente a los demás, porque no se quienes son, no puedo dominarlos como yo quisiera y no sé que esperar; su cuerpo, su piel y su pensamiento me estorban porque no puedo manipularlos.

Odio al que me ama porque no quiero que me ame, odio al que no me ama porque no puedo hacer que me ame, odio al que posee lo que yo no poseo. odio tener tantas cosas inservibles que al final no me llenan.

Odiar es desgastantemente encantador, porque me hace cuestionar que soy, lo que creo, lo que siento y lo que espero.

Mis sentidos cuestionan mi entorno y me he formado a través de esas ideas del los por qué? ¿Debo quedarme en ello o asumir que crezco con eso cada día? y me respondo:
Sí, prefiero saber que es más fácil sentir y tener miedo, ya que cada vez que me enfrento al miedo odio menos o más, se quién soy y de que soy capaz.

Hoy se que odiar no es malo, solo sé que me desgasta y que me doy cuenta que lo que pasa es que no odio al otro sino que me odio a mí. Entra otra vez una pregunta por envidia?, ¿será que todos se odian tanto como yo me he llegado a odiar? 

(jajaja y no saber eso tambien lo ODIO)

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